Manuel Vallejo – Llegó el frutero (Pregón)
También llevo la rica banana,
y las peras del mismo Aragón,
asomarse niñas a la ventana,
que las doy a probar con una condición,
que me compre siquiera un kilito,
si no gusta no quiero dinero,
ya se va, ya se va el frutero.
Canalejas de Puerto Real – Pobres pastores (Campanilleros)
En el monte las noches oscuras
toítos los pastores a la madrugá
forman corro y encienden candela,
pa ahuyentar las fieras
que acechando están.
Cojo Luque – Debe cortarse de un tajo (Fandangos)
La rama que estorba al tronco
se tira a tierra de un tajo;
tú a mí no me convenías
y yo te arranqué de cuajo,
porque vi que me perdías.
Manuel Vallejo – Yo no tengo más remedio (Fiesta por bulerías)
Con tu recuerdo vivo yo,
por tu recuerdo muero;
y en medio de esta angustia
mi amor te espera
porque te quiero.
Manolo Caracol – No le temo a las olas (Soleares)
Yo no le temo a los rayos,
porque tienen luz y brío;
lo mismo que mi caballo.
Juan Varea – Vi una fragante rosa (Taranta)
Vi una fragante rosa,
contigo la comparé,
porque era maravillosa,
pero tenía también
sus espinas dolorosas.
Cojo de Huelva – A pedirme se acercó (Fandangos)
Con el rostro mu tapao,
a pedirme se acercó;
no paraba de mirarme;
yo no sé qué recordó
que loca empezó a besarme.
Aurelio Sellé – Porque sabes que te quiero (Fandangos)
Estás abusando de mí
porque sabes que te quiero;
no me hagas mas sufrir,
por tu mare te lo ruego;
mira que me voy a morir.
Juan de la Loma – Me vengo a purificar (Rondeña)
Después de haberme llevao
to la noche de jarana,
me vengo a purificar
debajo de tu ventana,
como si fuera un altar.
Angelillo – Pa eso no sirve el dinero (Fandangos)
Si dinero no te doy
no te debes enfadar,
pues el querer verdadero
no se debe de comprar;
pa eso no sirve el dinero.
Manuel Vallejo – Al Cristo de la Humildad (Tangos)
Se lo he pedío llorando
al Cristo de la Humildad;
que este querer que te tengo
me lo acabe de quitar.
José Cepero – Yo te quería y no lo niego (Bulerías)
Yo te quería y no lo niego,
yo no negaba que te he querío;
pero me pesa en el alma,
el haberte conocío.
Antonio Chacón – Al Señor de la Humildad (Tangos)
Mira que yo te quiero,
prima lo que te camelo;
si me vieras mi cuerpo por dentro
lo tengo más negro que el terciopelo.
Antonio Chacón – A qué tanto me consientes (Malagueña)
Si tú no me has de querer
a qué tanto me consientes;
mátame ya de una vez
porque yo te perdono la muerte,
que ya no quiero padecer.
Paco Isidro – Olas de la mar (Fandangos)
Conchas llenas de lunares,
olas de la mar en calma;
si tú admites mis amores
yo te entregaré mi alma,
María de los Dolores.
El Peluso – Gitana morena (Zambra y fandango)
Ya no te amarga la pena
que te hizo tan desgraciá;
que aquella que nace buena
sabe romper las cadenas
cuando quiere de verdad.
Corruco de Algeciras – En sus brazos llevaba María (Campanilleros)
En sus brazos llevaba María
al Rey de los cielos huyendo a Belén,
muertecito de sed y de fatiga,
sin gota de agua que poder beber.
Cojo de Málaga – Nadie se arrime a mi cama (Tientos y tangos)
Nadie se arrime a mi cama,
que mi enfermedad se pega;
el que de mi mal se muere
hasta la ropa le queman.
Antonio Mairena – Por tu causa yo me veo (Seguiriya)
Por tu causa yo me veo
malito de muerte;
yo por tu causa
me estoy viendo mu malito,
en la cama yo, malo de muerte.
Corruco de Algeciras – Tener tranquilo el sentido (Fandangos)
Ni durmiendo puedo yo
tener tranquilo el sentío;
qué me habrá hecho esta mujer,
que ni durmiendo la olvío;
estoy loco por su querer.