Juanito Mojama – Manda un hombre en el cielo (Taranta)
En el cielo manda un hombre,
y en la tierra mandaba Dios;
y en Egipto mandaba un gitano
que le llamaban faraón.
Niño de la Isla – Y la Sultana (Tango)
La sultana, sultanita de Marruecos,
dice que se va a casar;
los cábilas están cantando
porque la van a coronar.
Niño de Medina – Al pie de tu sepultura (Petenera)
Al pie de tu sepultura
mi retrato voy a poner;
para que se entere to el mundo
que aquí feneció un querer.
Antonio El Sevillano – Por culpa de una mujer (Fandangos)
De que yo haya perdío la razón
tiene la culpa una mujer;
que no tuvo corazón
y jugó con mi querer;
pero Dios la castigó.
Niño de Cabra – Aunque me llamen a voces – (Fandangos de Lucena)
Al cementerio yo no voy,
aunque me llamen a voces;
allí hay una mujer
que hasta muerta me conoce;
que la mató mi querer.
Manolo Caracol – Qué desgracia es la mia (Seguiriya)
Qué desgracia es la mía
hasta en el andar;
que los pasos que daba palante
se vuelven atrás;
qué desgracia es la mía,
hasta en el andar.
José Cepero – A un arroyo a beber (Fandangos)
Yo vi bajar un día a una paloma
a un arroyuelo claro a beber;
por no mojarse la cola
levantó el vuelo y se fue;
qué paloma tan señora.
Pepe Pinto – El cante llora su pena (Soleá y malagueña)
Aunque la suerte cortara
los vuelos del cante un día,
Don Antonio Chacón vive
en la fe de Andalucía.
Pena Hijo – En la boca un fandanguillo (Fandanguillos)
Traigo a tu disposición
en la boca un fandanguillo,
en el pecho un corazón,
y en esta mano un cuchillo
cargaíto de razón.
Angelillo – A mí qué me importa (Mirabrás)
Tiran bombitas
de la cabaña,
si será el rey
de la Gran Bretaña.
Pericón de Cádiz – Lola Caireles (Fiesta por bulerías)
Se oyen las campanas allí repicar
en el barrio viejo de Santa María,
porque en esa iglesia se va a bautizar
la niña de Lola, que es mora toavía.
Pepe Marchena – Que no te guardo rencor (Fandangos)
Mira si yo te he querío
que no te guardo rencor;
después de lo que he sufrío,
y que todo entre los dos
para siempre ha concluío.
Tenazas de Morón – En el querer no hay venganza (Caña)
En el querer no hay venganza,
tú te has vengaíto de mí;
castigo tarde o temprano
del cielo te ha de venir.
Niño de Las Cabezas – Mi látigo es el que vale (Tangos)
Tengo una pena absoluta;
que quiero a quien no me quiere,
quien me quiere no me gusta.
Juan de la Loma – Me vengo a purificar (Rondeña)
Después de haberme llevao
to la noche de jarana,
me vengo a purificar
debajo de tu ventana,
como si fuera un altar.
Manuel Vallejo – Oye china los lamentos (Milonga)
Oye china los lamentos
de este amante desgraciao,
que la fortuna le ha dao
pesares y sentimientos;
la alegría y el contento
se apartan de mi persona.
José Cepero – Que no había mujer buena (Fandangos)
Que no había mujer buena
iba diciendo ayer tarde;
volví mi cara patrás
y me encontré con mi madre;
de pena me eché a llorar.
Canalejas de Puerto Real – Ni quien la mano le dé (Fandangos)
No hay quien levante al caío,
ni quien la mano le dé;
como lo ven desvalío
toítos le dan con el pie;
eso a mí me ha sucedío.
Manolo Caracol – Salen a siete mujeres (Alegrías)
Los hombres echan sus cuentas,
salen a siete mujeres;
alguno tiene catorce,
porque ninguna me quiere.
Angelillo – Cómo reluce (Caracoles)
Tú eres bonita,
el conocimiento
la pasión no quita;
te quiero yo
más que a la mare
que me parió.