Niño de las Marianas – Marecita de mi alma (Mariana y tango)
Marecita de mi alma,
las fatiguitas que estoy pasando
por una mala serrana
que el crédito me andaba quitando;
miarma te quiero.
El Peluso – Que el agua te negaré (Fandangos)
No vengas en busca mía,
que el agua te negaré;
que es tan grande tu maldad,
que no hay en el mundo mujer
que se te pueda igualar.
Jacinto de Almadén – Si mi mare fuera mora (Garrotín)
Si mi mare fuera mora
y yo nacío en Argel
renegaría de Mahoma
sólo por venirte a ver;
ay garrotín, ay garrotán,
de la verita vera vera va.
Manuel Torre – A la puerta de un rico avariento (Campanilleros)
A la puerta de un rico avariento
llegó Jesucristo y lismona pidió;
en lugar de darle la limosna
lo perros que había se los achuchó;
y Dios permitió
que al momento los perros murieran
y el rico avariento pobre se quedó.
Canalejas de Puerto Real – Ni quien la mano le dé (Fandangos)
No hay quien levante al caío,
ni quien la mano le dé;
como lo ven desvalío
toítos le dan con el pie;
eso a mí me ha sucedío.
El Carbonerillo – Sevilla la tierra mía (Colombianas)
Sevilla, la tierra mía,
cuna donde yo he nacío,
donde tuve los amores
por los que tanto he sufrío,
donde sufrí los dolores
del primer querer sentío.
Niña de los Peines – A la sierra de Armenia (Seguiriya)
Yo camelo guillarme,
yo me quiero ir
a la sierrecita de Armenia;
yo me quiero ir,
donde no hubiera moros ni cristianos
que sepan de mí;
a la Sierra de Armenia
yo me quiero ir.
Emilio Abadía – No niego que te he querido (Bulería por soleá)
Que te he querío no lo niego,
no niego que te he querío;
pero en el alma me pesa,
porque tú pa mí eres mu mala,
el haberte conocío.
Manuel Vallejo – Y tú a mí pa entretenerte (Fandangos)
Yo te quise de verdad,
y tú a mí pa entretenerte,
pero viniste a demostrar
que un querer cuesta la muerte
como a mí me va a pasar.
Manolo de la Ribera – Se está perdiendo el flamenco (Milonga)
Que no hace falta gritar
para cantar bien flamenco;
hace falta para dar
dulzura y sentimiento,
y un estilo personal.
Juanito Valderrama – De mi barquito velero (Fandangos)
Tú serás la capitana
de mi barquito velero;
y al depuntar la mañana,
me verá Dios desde el cielo
besar tu cara serrana.
Niño de la Huerta – Contigo la comparé (Fandangos)
En el campo me encontré una rosa
y yo contigo la comparé;
mira si serás hermosa
que te comparo yo, mujer,
con la más bonita rosa.
Juanito Mojama – En la iglesia de Sevilla (Bulerías)
En la iglesia mayor de Sevilla
hay una bandera que allí puesta está;
el que quiera sentar plaza en ella,
Jesús Nazareno va de capitán.
Gracia de Triana – Y vengo a que me perdones (Fandangos)
A una rosa y a un clavel
pintan los pintores;
pero no pinta un pincel
una cara tan dolorosa
como la del Gran Poder.
Niño Gloria – Ciego de tanto llorar (Fandangos)
Yo me voy a quedar ciego,
ciego de tanto llorar;
mujer de malas entrañas,
si no me quieres pagar,
¿por qué no me desengañas?.
El Carbonerillo – Que quien te quiere soy yo (Fandangos)
No me quieres tú a mí;
que quien te quiere soy yo,
tú quieres a quien no te quiere,
válgame el amor de Dios,
qué desgraciaíta eres.
Manuel Vallejo – El huerfanito (Bulerías)
Yo no tengo ni pare ni mare que sufra mis penas;
huérfano soy.
Sólo llevo tristeza y martirio dentro de mi alma;
y el cruel el dolor
de no hallar una mujer, una mujer buena
que me llene el vacío tan grande
que ellos me dejaron;
con cruel dolor.
Yo no tengo pare, yo no tengo mare,
yo no tengo a nadie que me quiera a mí.
Pepe Marchena – Por las trenzas de tu pelo (Milonga)
Por las trenzas de tu pelo
un canario se subía;
y se paraba en tu frente
y en tu boquita bebía
creyendo que era una fuente.
Chato de Las Ventas – Mi verdadero retrato (Milonga)
Al compás de una milonga,
para que pasen el rato,
les voy a explicar a ustedes
mi verdadero retrato;
Soy pequeño y calvorota,
y tengo poca nariz,
por eso me llamaban chato
desde el día que nací.
El Carbonerillo – Mucha pena me da (Fandangos)
Y mucha pena me da;
si es que va por el camino,
a mí mucha pena me da.
Y lo que me da más pena
es lo contenta que vas
siendo como eres tú tan buena.