Te apartaste de mi vera,
y como loco variaba;
porque no me merecía
el mal pago que me dabas
mientras tú te divertías.
Esto que hago por ti
no es manía ni locura;
los mejores cirujanos
dicen que no tiene cura
si no viene de tus manos.
Si aborrecía te ves,
y nadie te da calor,
ven a mí y yo te daré
zumo de mi corazón,
de pedirle mi querer.
Que mandilón, mandilón,
que de cabeza, cabeza,
yo te meto en el pilón.