El Carbonerillo – Sevilla la tierra mía (Colombianas)
Sevilla, la tierra mía,
cuna donde yo he nacío,
donde tuve los amores
por los que tanto he sufrío,
donde sufrí los dolores
del primer querer sentío.
José Cepero – Ni los rayos de la luna (Granaína)
Ni el sol con sus resplandores,
ni lo los rayos de la luna,
ni un campo lleno de flores,
ni la más grande fortuna,
la cambio por tus amores.
Tomás Pavón – En el barrio de Triana (Martinete y debla)
En el barrio de Triana
ya no hay pluma ni tintero
para escribirle yo a mi mare,
que hace tres años que no la veo.
El Peluso – Que el agua te negaré (Fandangos)
No vengas en busca mía,
que el agua te negaré;
que es tan grande tu maldad,
que no hay en el mundo mujer
que se te pueda igualar.
Pepe Pinto – El cante llora su pena (Soleá y malagueña)
Aunque la suerte cortara
los vuelos del cante un día,
Don Antonio Chacón vive
en la fe de Andalucía.
José Palanca – Mi amigo dice que estoy llorando (Vidalita)
Mi amigo dice que estoy llorando
no se ría ni se asombre;
desgraciao de aquel hombre
que no ha llorado una vez;
no crea que estoy borracho.
Manuel Centeno – Parroquia de San Lorenzo (Saeta)
Parroquia de San Lorenzo,
orgullo debes de tener,
porque encierras en tu capilla
al Señor del Gran Poder,
que es lo mejor de Sevilla.
Pepe Pinto, Juanito Valderrama y Fosforito – Martinete del Café del Burrero (Martinetes)
Soy eray en el vestir,
calorró en mi nacimiento;
yo no quiero ser eray,
con ser caló estoy contento.
Niño de Cabra – Aunque me llamen a voces – (Fandangos de Lucena)
Al cementerio yo no voy,
aunque me llamen a voces;
allí hay una mujer
que hasta muerta me conoce;
que la mató mi querer.
Rafael Romero – En un verde prado (Alboreá de Jaén)
Jesucristo te llama
desde su huerto,
coronaíto de espinas
y el pelo suelto.
Pepe Pinto – Presente está el Gran Poder (Saeta)
Ahí tenéis presente al Gran Poder,
con la cruz sobre sus hombros;
fijarse despacio en él.
El mirarlo causa asombro
de santo y bueno que es.
Niño de la Huerta – Contigo la comparé (Fandangos)
En el campo me encontré una rosa
y yo contigo la comparé;
mira si serás hermosa
que te comparo yo, mujer,
con la más bonita rosa.
Niño de Medina – Yo no creo ni en mi mare (Peteneras)
Yo no creo ni en mi mare,
aunque de mí hable la gente;
que todo en este mundo es mentira,
no hay más verdad que la muerte,
no hay quien me lo contradiga.
Manuel Vallejo – Y como loco variaba (Alegrías)
Te apartaste de mi vera,
y como loco variaba;
porque no me merecía
el mal pago que me dabas
mientras tú te divertías.
Pericón de Cádiz – Boda flamenca en Cádiz (Alboreá)
Qué bonita es la novia,
que merece un trono,
corona de brillantes
con perlas y oro.
Juan de la Loma – Me vengo a purificar (Rondeña)
Después de haberme llevao
to la noche de jarana,
me vengo a purificar
debajo de tu ventana,
como si fuera un altar.
Niño de las Marianas – No pegarle más palitos (Mariana y tango)
Por Dios no pegarle más palitos
a la Mariana,
porque la pobrecita
es manquita y coja.
Niño de la Rosa Fina – No encontré a la que quería (Fandangos)
Entré en un jardín por flores,
y no encontré la que yo quería;
la que a mí me gustaba
la quitaron aquel día
y en la rama ya no estaba.
Niña de los Peines – Canción del ole (Bulerías)
El ole es una palabra, ¡Ole!
que no tiene explicación,
el ole es como una rosa, ¡Ole!
que sale del corazón.
Niño del Museo – Paradla en ese rincón (Saeta)
Paradla en ese rincón,
dejadme que yo le pida
su gracia y su bendición,
que estoy solito en la vida
y me han hecho una traición.