Cantes flamencos

Escucha el cante flamenco de los mejores cantaores de la historia. Podrás escuchar todos los palos del flamenco. Los cantes flamencos desde sus raíces.

Pericón de Cádiz

Pericón de Cádiz – Al pie de un pocito seco (Petenera)

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Al pie de un pocito seco me puse un día llorando; con qué pena lloraría, que lo puse rebosando; al pie de un pocito seco me puse un día llorando.
Isabelita de Jerez

Isabelita de Jerez – Eres como los judíos (Bulería por soleá)

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Tú eres como los judíos; aunque te quemen la ropa puesta en el cuerpo, no reniegas de lo que has sío.
Angelillo

Angelillo – El pajarillo (Milonga)

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Un pajarillo en su nío vuela y vuela sin cesar; y siempre buscando en vano sitio por donde escapar.
Manuel Escacena

Manuel Escacena – Que yo no me divierto (Taranta)

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¡Ay!, que yo no me divierto, no me divierto; ¡ay!, que estoy pasando un verano que yo no me divierto un día; ¡ay! mientras mi tío Cayetano se está gastando en bebía to el dinero que yo gano.
Pericón de Cádiz

Pericón de Cádiz – Lola Caireles (Fiesta por bulerías)

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Se oyen las campanas allí repicar en el barrio viejo de Santa María, porque en esa iglesia se va a bautizar la niña de Lola, que es mora toavía.
Ángel Valderrama

Ángel Valderrama – El camino a lo ligero (Fandangos)

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Nunca se debe tomar el camino a lo ligero, ni alardear de correr, que a veces siendo el primero suele llegarse después.
Niño Gloria

Niño Gloria – Nadie diga que es locura (Martinete)

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Nadie diga que es locura esto que yo vengo haciendo, si es pa darme yo de mi gusto; es el caudal que yo tengo.
La Andalucita

La Andalucita – Mientras yo tenga alegría (Fandanguillos)

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Mientras yo tenga alegría y gusto para cantar, nadie diga que soy probe; otras más probes habrán aunque el dinero les sobre.
Manuel Centeno

Manuel Centeno – Despedida de la madre (Fandangos)

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La tierra tiembla de espanto viendo a mi mare llorar; y yo que la quiero tanto no la puedo consolar; esto sí que son quebrantos.
Manuel Vallejo

Manuel Vallejo – Oye china los lamentos (Milonga)

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Oye china los lamentos de este amante desgraciao, que la fortuna le ha dao pesares y sentimientos; la alegría y el contento se apartan de mi persona.
Pepe Marchena

Pepe Marchena – Romance a Córdoba (Romance)

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Sé que no me pertenece, que no es de mi condición, pero ya no hay solución; el hombre siempre obedece cuando manda el corazón.
Tomás Pavón

Tomás Pavón – A clavito y canela (Seguiriya)

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A clavito y canelilla me hueles tú a mí; la que no huele a clavo y canela no sabe istinguir.
Manuel Vallejo

Manuel Vallejo – Que le llaman La Alcazaba (Granaína)

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Le llaman La Alcazaba, salero, viva mi barrio, que le llaman La Alcazaba; y viva la Torre del Tiro, y los cuartos de Granada.
Niño de las Marianas

Niño de las Marianas – Marecita de mi alma (Mariana y tango)

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Marecita de mi alma, las fatiguitas que estoy pasando por una mala serrana que el crédito me andaba quitando; miarma te quiero.
El Cojo Luque

Cojo Luque – Debe cortarse de un tajo (Fandangos)

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La rama que estorba al tronco se tira a tierra de un tajo; tú a mí no me convenías y yo te arranqué de cuajo, porque vi que me perdías.
Niño de Alcalá y Paco Mazaco

Niño de Alcalá y Paco Mazaco – Con esa cara gitana (Fandanguillos)

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Dame niña de beber agua de tu cantarillo; quiéreme ya de una vez, porque soy un lazarillo por que me des tu querer.
Manolo de la Ribera

Manolo de la Ribera – Se está perdiendo el flamenco (Milonga)

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Que no hace falta gritar para cantar bien flamenco; hace falta para dar dulzura y sentimiento, y un estilo personal.
Corruco de Algeciras

Corruco de Algeciras – En sus brazos llevaba María (Campanilleros)

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En sus brazos llevaba María al Rey de los cielos huyendo a Belén, muertecito de sed y de fatiga, sin gota de agua que poder beber.
Pepe Pinto

Pepe Pinto – Mi capona (Bulerías con fandangos)

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Marismeña es mi capona, qué jaca con tanto brío; una jaca como esta, las yeguas no la han parío más bonita y más compuesta.
Bernardo el de los Lobitos

Bernardo el de los Lobitos – Si la sangre de mis venas (Fandanguillos)

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Si la sangre que yo tengo en mis venas la necesitaras tú, el corazón me exprimiera pa yo darte mi salud; aunque yo luego me muriera.
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