Es el mirabrás otros de los palos del flamenco que, junto a las alegrías, los caracoles y las romeras, integran el grupo de las cantiñas. Como primera referencial nombre del mirabrás encontramos el estribillo «y ay mirabrás / y ay mirabrás / y ay mirabrás, labrás / que labrando vas» en la tonadilla en un acto titulado La gitana pobre y el majo enamorado, compuesta por Remessi en 1794. El definitivo aflamencamiento del mirabrás se atribuye a Tío José El Granaíno, quien cantaba estas cantiñas con una copla que aparece en los pregones incluídos en los caracoles de la zarzuela de Soriano Fuertes Jeroma, La castañera, de 1843. García Matos hace referencia a otro pregón de la zarzuela, igualmente de Soriano Fuertes , El Tío Caniyitas, de 1849, aunque se ha comprobado que la melodía no corresponde a la de mirabrás. Parece también que El Granaíno hizo la música a partir de una cantiña llamada El Almorano, recogida por Demófilo y transmitida a éste por Romero El Tito, cantaor del café de Silverio Franconetti en Sevilla. Su estribillo era:»¡Ay! que mirabrá / y que mirabrandito viene / miranbrandito va», y es muy posible que a partir de este estribillo se comenzara a llamar al género mirabrás. Otras opiniones apuntan a que el nombre viene de una corrupción de «mira Blas» o, según Hipolito Rossy, de «mira y veras». En opinión de Blas Vega es la familia Bochoque la posible artífice del mirabrás primitivo, aunque como ocurre con gran parte de los géneros flamencos fue Antonio Chacón quien le otorga una identidad definitiva, comenzándolo a cantar a partir del año 1912, durante su estancia en Madrid, y rescatándolo así del olvido. Chacón añadió a la letra clásica del mirabrás el pregón de la frutera o la verdulera, recreándolos y fijando los melismas fundamentales que hoy identifican el mirabrás.
Como todas las cantiñas, el mirabrás se realiza dentro del compás de las alegrías, una soleá ligera. Las cantiñas, aún teniendo todas la misma tonalidad (mayor), se diferencian unas de otras por la posición básica con la que la guitarra las acompaña, y el mirabrás concretamente se acompaña, como las alegrías, por arriba ( mayor). El mirabrás recibe también el nombre de alegrías largas, debido a la extensión de sus tercios, algo que no es habitual en las cantiñas. El mirabrás utiliza una coletilla al estilo de las romeras, y sus coplas, al igual que en los caracoles, se suelen cantar ligadas, sobre una copla de cuatro versos muy irregulares. García Matos considera la versión bailable del mirabrás como uno de los bailes más difíciles de la coreografía flamenca. Como en las alegrías el baile consta principalmente de paseos, punteados y mudanzas. Blas Vega lo define como un cante para bailar en el que predomina lo estático sobre lo violento, y según García Matos es baile sólo para mujeres, hecho que fundamenta y justifica este género.