Cante aflamencado procedente del folklore argentino, fundamentalmente de canciones camperas, con copla de cuatro versos octosílabos.
Es un cante de carácter triste, lento, con letras generalmente de temas amorosos, que hablan de penas y desengaños.
En opinión de José Blás Vega, fue Manuel Escacena el intérprete que popularizó este estilo, como otros de los llamados cantes de ida y vuelta, actualmente en período de revalorización, después de una época de más de treinta anos casi olvidados.
En opinión de José Blás Vega, fue Manuel Escacena el intérprete que popularizó este estilo, como otros de los llamados cantes de ida y vuelta, actualmente en período de revalorización, después de una época de más de treinta anos casi olvidados.