Los cantos de cuna, llamados en España nanas, forman parte también del inmenso repertorio estilístico del arte flamenco. Algunas de ellas han obtenido una gran acogida por parte de los cantaores y éstos las interpretan aumentando el arco temático y desechando el texto de la nana original para interpretar cantes con letras amorosas, manteniendo la melodía primigenia y casi siempre sobre el compás de la soleá por bulerías. Existen en la actualidad dos versiones principales de las nanas flamencas inspiradas en la versión popular del «cante para dormir niños» atribuidas, por Blas Vega y Ríos Ruiz, la primera a Bernardo el de los Lobitos y la segunda a Maria Vargas. Las letras sobre las que se entonan las nanas flamencas aceptan métricas muy variadas.
Bernardo el de los Lobitos no era el inventor de la nana flamenca, pero su interpretación de una nana en el famoso disco ‘Antología del Cante Flamenco’ de Hispavox, editado en 1958, sirvió para promover la nana desde canción aflamencada hasta palo flamenco, creo yo.