Otro de los géneros derivados de los tangos flamencos, y más concretamente de los tientos, el de la mariana, cuyo nombre se menciona en una de sus letras más populares. Parece ser que era el nombre que se daba a una mona, una cabra o cualquier otro animal doméstico que sus dueños, comúnmente gitanos, hacían bailar acompañándose de instrumentos de percusión. La interpretación del cante de la mariana ha caído en desuso y se canta sobre una letra sin un número de versos determinado y con una melodía también indeterminada. La mariana suele tener un estribillo y los temas que toca suelen estar emparentados con la forma de vida de los gitanos. La versión flamenca de este cante se debe principalmente al cantaor conocido como El Niño de las Marianas o El Cojo de las Marianas, Luis López, que así se llamaba, denominaba este género como «tientos de Luis López». El Cojo declaró a González Climent en una ocasión que se le había ocurrido el cante de las marianas cuando contaba 17 años, inspirado en unos gitanos húngaros que cantaban y bailaban con un pandero y deambulaban por tierras andaluzas. Escuchando el son de aquella gente exótica, solamente le quedó la tarea -son sus palabras- de aflamencar tales canciones y buscarles letras apropiadas. El cantaor sevillano grabó las marianas acompañado por la guitarra del gran Ramón Montoya en 1910. Este hecho plantea dudas sobre la autoría de las marianas ya que este cante se había grabado anteriormente, por ejemplo por Sebastián El Pena, La Rubia, La Salerito o El Mochuelo. No obstante, la versión de Luis López se encuentra llena de jondura flamenca y junto a su magistral acompañante Ramón Montoya consiguieron que su versión fuera después de ellos motivo de inspiración para otros cantaores. El éxito de las marianas llegó a rebasar en una época al del garrotín y la farruca. El compositor Joaquín Turina utilizó parte de la melodía de las marianas en su obra Jueves Santo a media noche como contraste a la saeta, hecho que hizo pensar a algunos que la melodía era originaria del compositor sevillano.
Soy aficionado al cante flemenco y todo lo que sea aprender me apasiona.
Como dijo alguien,… ¡¡el saber no ocupa lugar y el aprender es de inteligentes!!