Mare mía de los Dolores,
Virgen de la Soleá,
alcanzad por vuestro hijo
que me dé la libertad.
Señor de la Expiración,
extiende tu hermosa mano
y dale la bendición
a este pueblo sevillano.
Mare mía de los Dolores,
Virgen de la Soleá,
alcanzad por vuestro hijo
que me dé la libertad.
Señor de la Expiración,
extiende tu hermosa mano
y dale la bendición
a este pueblo sevillano.
Lo sé, entiendo que como cante deja mucho que desear. Pero me parece muy interesante compartirlo por varios motivos que se me antojan curiosidades, y los buenos aficionados sabréis darle su valor.
En primer lugar nos encontramos con una de las primeras saetas de las que tenemos constancia y archivo sonoro, puesto que es una grabación de 1899, quizás sea la más antigua de todas.
En segundo lugar, el hecho de ser una saeta acompañada por guitarra, en este caso de Manuel López.
Así se cantaban algunas saetas viejas antes de que se aflamencaran. Llanas, sencillas, humildes… Al escucharla me ha recordado en cierta medida a las saetas viejas que aún se conservan en algunos rincones
-pocos- de Andalucía, entre ellas la saeta cuartelera de Puente Genil.