En mi reja del penal
asomaba noche y día,
engarzada a su rosal,
la rosa de Andalucía.
A fuerza de ver la rosa
sentí por ella cariño;
la quise como a una diosa
por su blancura de armiño.
Del penal yo quise huir,
quebrantando mi condena;
mas vi a la rosa sufrir,
marchitándose de pena.
Y por no sentir sus quejas
desistí de mi evasión;
seguí preso tras las rejas
de aquella triste prisión.
Me quedaré prisionero
en la reja del penal,
quiero ser su jardinero,
y renuncio a mi libertad
porque mi rosa es primero.
maravillosa !!!!!! juanito valderama !!!! que eres un cielo